Con el título “Circulando, los otros no siempre son peores que yo” la Dirección General de Tráfico ha editado un documento divulgativo que mañana irá encartado en los principales dominicales que se editan en España, y en el que se dan a conocer los peligros que mayor impacto tienen sobre nuestra convivencia en carretera, así como otros aspectos de la circulación que nos afectan personalmente y otros, en los que la percepción y la realidad de un mismo comportamiento propio distan notablemente entre sí.
El
motivo de este documento radica en la importancia que tiene la
formación y la prevención entre los distintos usuarios de la vía para
reducir los comportamientos incorrectos en la carretera, más cuando el
80% de la población española mayor de 18 años, tiene al menos un permiso
de conducción y cuando el 65% de los conductores implicados en
accidentes habían obtenido su permiso de conducir hace 10 años o más.
Según varias encuestas ser conscientes de los peligros al volante es
el factor que más influye en la conducción, de ahí la voluntad de la
DGT de contribuir a divulgar y erradicar esos peligros. Además, la mitad
de los ciudadanos consideran prioritario realizar programas de
prevención y formación.
Antes
de hacer un recorrido por todos estos riesgos, el documento ofrece una
radiografía de la siniestralidad vial actual en la que el perfil de
víctimas mortales y hospitalizadas ha sufrido una notable variación en
los últimos años. El año pasado fallecieron 1.680 personas y más de
10.000 necesitaron ser ingresadas en un hospital por sus lesiones. Se
estima que al menos 1 de cada 10 ingresados sufre secuelas permanentes
como traumatismos craneoencefálicos, amputaciones, paraplejias o
tetraplejias. Actualmente la víctima es un varón de 45 años o más, con
20 años o más de experiencia, cuyo accidente se produjo en un día
laborable, en carretera secundaria y entre las 8 de la mañana y las
20:00 horas.
La
publicación recuerda la importancia de protegernos y proteger a los
demás (el 22% de las víctimas mortales del 2013 en turismos o furgonetas
no hacían uso del cinturón de seguridad en el momento del impacto
mortal); y la necesidad de crear un entorno de circulación seguro,
manteniendo la distancia de seguridad (un 30% de los encuestados dice no
respetarla nunca, casi nunca o a menudo); adelantando de forma correcta
(el 21% de los conductores no ven peligro en rebasar la línea continua
para adelantar y un 33% admite adelantar por la derecha) o respetando
las señales de tráfico (un 43% admite no respetarlas).
También
alude a la conveniencia de estar siempre vigilantes 8fatiga,
distracción, alcohol y drogas…) y al valor del respeto mutuo, más si
cabe cuando las encuestas demuestran que el 50% de los conductores
admiten respetar poco o nada a los usuarios más vulnerables, los
peatones.
ADEMÁS DE FORMACIÓN, VIGILANCIA
Para
fomentar el respeto mutuo, existen las normas de circulación recogidas
en la Ley de Tráfico y Seguridad Vial; en el Reglamento de Circulación,
en el Reglamento de Vehículos y en las ordenanzas municipales que hay
que cumplir, ya que las sanciones son sólo una herramienta más para
fomentar el cambio de comportamiento.
Ese
cambio de comportamiento es el que deberán realizar los conductores
denunciados dentro del Plan Integral de vigilancia en carreteras
secundarias, puesto en marcha desde el pasado 12 de diciembre para
reducir el riesgo de estar involucrado en un accidente.
Concretamente los agentes de la Agrupación de Tráfico de la Guardia Civil han formulado 60.303 denuncias,
por infracciones tales como exceso de velocidad, conducir bajo los
efectos del alcohol o drogas, adelantamientos antirreglamentarios o
conductas arriesgadas. Además, 1.017 conductores han sido denunciados por cometer más de una infracción. (Datos provisionales del 12 al 25 de diciembre de 2014).
Para llevar a cabo todo este dispositivo de vigilancia se cuenta con la participación de 1.800 patrullas de agentes de la Agrupación de Tráfico de la Guardia Civil.
Desde
el aire, los 12 helicópteros de los que dispone la Dirección General de
Tráfico, están realizando misiones de vigilancia y denuncia de:
adelantamientos antirreglamentarios, conductas temerarias, distracciones
y excesos de velocidad. Además, seis de las aeronaves de la Unidad de
Helicópteros de la DGT tienen equipado el sistema de radar Pegasus para
la detección desde el aire de infracciones a los límites de velocidad.
Además
se están realización controles de velocidad con radares móviles que
recorren, de forma intensiva, estas vías secundarias, en las que se
producen el 80% de los accidentes mortales.
Cuando
un conductor es detectado cometiendo una infracción de exceso de
velocidad, es parado e identificado. Los agentes de la Agrupación de
Tráfico también le realizan, si lo consideran necesario, las pruebas de
detección de alcohol y drogas, así como una revisión de la
documentación, para comprobar que tanto el permiso para conducir, ITV y
seguro del vehículo se encuentran en regla.
Fuente: DGT Dirección General de Tráfico www.dgt.es
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